CARTA

Buenas tardes Jessica.

A mí particularmente no me gusta nada autoevaluarme, creo que mi autoevaluación es mi trabajo, mi blog en este caso, el tiempo que le he dedicado y las reflexiones y prácticas que he ido haciendo a lo largo de estos meses. No me parece necesario evaluarme porque desde el momento en el que hago mi trabajo y lo cuelgo aquí quiere decir que estoy orgullosa de él y que lo mínimo que le voy a poner va a ser un 10.

Para decir algo así, que de primeras puede parecer muy presuntuoso y de poca humildad, me baso única y exclusivamente en mi trabajo, en el compromiso que he tenido con esta asignatura y en todo el tiempo que le he dedicado y que no ha sido poco. 

Para mí un 10 es algo muy grande, es la perfección, y no creo en ella. Creo en mis posibilidades, en mi capacidad de reflexionar y en mi razonamiento crítico, en lo que quiero, en lo que quiero que se convierta mi vida. Creo en mis circunstancias y creo, sobre todo, en mi futuro, en ese futuro que empiezo a construir desde ahora poco a poco. Por esto, porque creo en mi porvenir, es mi mayor prioridad hacer de cada asignatura y cada aprendizaje, un aprendizaje propio, un aprendizaje aprehendido, porque mi futuro empieza y acaba en un aula. 

Todo lo que vas a encontrar en mi portafolio, absolutamente todo,  tiene un proceso de reflexión, de implicación con lo que nos propones, de compromiso contigo, con tu asignatura, conmigo misma y con los niños que, espero, compartan conmigo mi futuro y su presente. 

Muchas gracias por este curso, por tus clases y por tu tiempo. He descubierto cosas en mí que antes no sabía y he reflexionado sobre cosas en las que nunca había pensado y me han parecido muy enriquecedoras para mí, como futura profesora y como persona.

Muchas gracias por el material que nos has dado que ha sido realmente bonito, que me ha hecho pensar en cosas que antes daba por supuestas y en las que no me paré a pensar nunca. Gracias por los talleres con Carolina de los que he podido aprender grandes cosas, y en los que me he vuelto a encontrar conmigo, con la Elena de hace unos cuantos años. Siempre es bonito echar la mirada atrás  y ver cómo han cambiado las cosas, cómo han pasado los años, cómo has aprendido, cómo has cambiado tú misma y las razones que te han llevado a ello.

Me llevo grandes lecciones de esta asignatura, aunque admitiré que esperaba algo más de materia dada la importancia de esta asignatura en nuestra carrera y en nuestro futuro trabajo. Aún así, me quedo con todo esto, con todo este portafolios que tanto he disfrutado haciendo y que, en momentos, me ha emocionado completar. 

Ha sido un placer.

PEDAGOGÍA TEATRAL

Esta mañana ha vuelto Carolina, para volver a ofrecernos una grata y bonita clase práctica de pedagogía teatral. Me encanta la forma en la que ve las cosas, las ganas que le pone a todo, como lo vive y como se transforma. 

Más allá de las actividades que hemos hecho con ella y que nos ha propuesto para conocer nuestras propias posibilidades creativas e imaginativas, la lectura y el calado que ha tenido para mí, y yo diría que para todas, ha sido muy fuerte. Estoy totalmente de acuerdo con ella en lo que ha dicho del niño al que le visten de oveja para que haga de oveja pero luego se comporta igual que una persona, igual que lo hace todos los días. Creo que, muchas veces, el exceso de concretismo, el exceso de recursos de imitación, la búsqueda de salir de la abstracción, de la imaginación, de la creatividad, mata las posibilidades que puedan tener los niños de crear en base a sus capacidades y habilidades creativas.

Muchas veces, no somos conscientes del poder de la imaginación, del poder de la creatividad, del poder que podemos tener al hacer nuestro un mundo imaginario que nosotros mismos hemos creado.

Soy una firme creyente del poder de la imaginación, de ese magnífico poder que todas las personas tenemos de convertir una  caja en un coche, en una tele o en una casa entera. Creo en la inocencia y el poder que nos da la capacidad de imaginar mundos reales, ficticios, personas reales, personas en las que querríamos convertirnos, y creo en la infinita inocencia que este poder nos proporciona. 

Es por esto por lo que defiendo totalmente lo que Carolina nos ha transmitido hoy. Muchas veces no es necesario tener el mejor disfraz de oveja para ser la mejor oveja de todo el rebaño, muchas veces basta solo con imaginarlo, con sentirlo, con querer conseguirlo e ir a por ello, aun sin los recursos que erróneamente muchas veces creemos, no solo necesarios, sino imprescindibles. Quitémonos esa venda de materialismo y dependencia de recursos de este tipo e innovemos, imaginemos y creemos en  lo que podemos conseguir sin ellos y sin esa sensación de falsa necesidad que pensamos tener y sentir hacia esos apoyos. 

Es necesario que innovemos, que imaginemos que una escuela diferente es posible, que un teatro puede realizarse y unas emociones pueden transmitirse solo con la cara o solo con el cuerpo. Atrevámonos a dar el paso hacia una forma de expresión distinta a la tradicional en la que los protagonistas sean ellos y no sus trajes, y no sus disfraces, sino sus sentimientos, sus capacidades y sus habilidades interpretativas.

"EL PUNTO"

Es un cuento precioso y con grandes enseñanzas, tanto para los 
niños a quienes se lo contamos, como para los profesores 
que lo transmitimos. Ha habido dos grandes momentos que 
destacaría en este cuento, cuando la profesora le dice a 
nuestra protagonista, al ver la hoja en blanco, que su dibujo es 
un oso polar bajo una tormenta de nieve y que es muy bonito, y 
cuando le pide que lo firme. Todo lo que nuestros alumnos hacen 
tiene sentido para ellos, tiene valor. Darle nosotros el mismo valor o 
más que ellos a sus creaciones es esencial para que crean en sí 
mismos y en todas sus posibilidades.

Cuando un profesor confía en ti, en tus posibilidades más allá 
de las circunstancias en las que te encuentres o por las que estés 
pasando, algo cambia, algo te motiva y te hace más fácil 
superar las dificultades que te puedes encontrar por el camino.

LUCES Y SOMBRAS

Me ha parecido un proyecto genial. Es increíble ver todo lo que se puede sacar de los niños, como se puede descubrir todo lo que llevan dentro cuando te paras a buscar un poquito en sus interiores y les das las preguntas y las claves exactas para que eso aflore. Creo que esta profesora ha conseguido algo muy especial, y que no todos los profesores son capaces de lograr. Creo que esta profesora les ha dado a sus alumnos un gran regalo, les ha dado un motivo por el que cuestionarse cosas, por el que preguntarse cosas, por el que experimentar, por el que tener curiosidad por aprender. Y al grabarlo nos ha hecho ese regalo también a todas nosotras. 

Ha sido probablemente uno de los mejores vídeos que haya visto nunca, y de los que más cosas me ha transmitido y enseñado. Y es que te demuestra cómo, a través de los niños, a través de sus inquietudes, se pueden hacer grandes maravillas. Te demuestra cómo es totalmente viable que un proyecto educativo tan genial como este salga de sus cabezas, de esas cabecitas prodigiosas que tienen y que, muchas veces, se infravaloran tanto desde la perspectiva de los adultos.

En cuanto a las preguntas que nos propones acerca de este vídeo, creo que es cierto que muchas veces no somos conscientes, en absoluto, de nuestras luces, y mucho menos de nuestras sombras. Por eso las llamamos sombras, porque permanecen ahí, escondidas, guardadas, desapercibidas para que nadie las vea y nadie sepa que existen, muchas veces ni nosotros mismos. Pero lo mejor de todo, aunque pueda parecer una locura, es que estén ahí. Y es que la luz sin la sombra, no existe. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué somos si no nos equivocamos, si no nos derrumbamos de vez en cuando, si no lloramos, si no discutimos? Nuestras mayores fortalezas sin nuestras mayores debilidades no valdrían nada. Creo que soy consciente de mis sombras, y no solo de mis sombras más superfluas, sino también de mis grandes abismos. Pero convivo con ellos, porque ellos me hacen ser como soy. Creo que hay muchos tipos de sombras, y no todas tienen por qué ser malas, muchas de ellas nos enseñan, muchas de ellas nos hacen ver las cosas de un modo diferente, muchas de ellas nos complementan.

¿Respecto a mis talentos?… No considero que tenga ninguno, tal vez pequeñas capacidades, pequeñas habilidades con una cierta utilidad. Podemos comprobar con esta respuesta que veo más mis sombras que mis luces, pero no por ello vivo menos feliz. Tal vez tenga algunas grandes luces, pero soy inmune a su reflejo, prefiero que sean los demás los que las disfruten, los que las vean, los que sientan su calor cuando es necesario. 

Mi mayor luz no me pertenece a mí, por lo menos no de modo directo. Mi mayor luz es mi padre, es una gran luz que hay en el cielo cada noche, y una gran luz que acompaña a mis sombras cada día. Mi mayor luz es el orgullo de ser su hija, el orgullo de haber disfrutado de él, de su presencia, de su amor 18 maravillosos años. Mi mayor luz es todo lo que él ha depositado en mí, todo lo que me ha enseñado, todo lo que me ha regalado sin pedirme nada a cambio. Mi mayor luz es su fuerza, su apoyo incondicional, sus palabras de aliento cuando las cosas no iban bien, sus ganas de aferrarse a la vida pasase lo que pasase. Mis luces, son sus luces, todas esas luces que me ha ido inculcando desde que tengo uso de razón y todas esas luces que mantengo y mantendré toda mi vida.

Siempre hay cosas que mejorar, y el que diga que no, tiene que mejorar muchas más. Creo que el ser maestra de educación infantil va muy en paralelo con el hecho de ser persona, de crecer como persona todos y cada uno de nuestros días. Para ser una buena profesora veo fundamental el formarnos continuamente durante todas nuestras vidas, y es que siempre hay algo nuevo que aprender. 

Tanto profesional como personalmente, creo que es imprescindible, para mí, que aprenda a sobreponerme a los golpes que me puede dar la vida, a no dejar que mis problemas traspasen la puerta de mi aula, a creerme que todavía hay algo bueno ahí esperando por mí a pesar de las ausencias. A aferrarme a la vida, a mi vida. A aferrarme y a luchar por mi futuro y por el de los niños que estarán en mi aula de aquí a unos años, a vivir esto como lo que es, como un mundo lleno de luces y sombras en el que cada día las sombras se van para dar paso al sol, a ese sol que hace que comience un nuevo día, con la alegría de seguir vivo otro minuto, con mis niños, en mi clase.

Vincent Van Gogh

Veo esta canción como una muestra de expresar agradecimiento. Un sincero agradecimiento a una de las personas que es y ha sido capaz siempre de cambiar el mundo, aunque solo fuera por un instante, con una paleta y un pincel.

Admiro mucho a todos los artistas, especialmente a los pintores, a todos esos autores que son capaces de crear, para el mundo, mundos nuevos. Siempre se ha dicho eso de que una imagen vale más que mil palabras y no puede haber una realidad más cierta. ¿Cuántas veces hemos podido sentir cómo el tiempo, cómo el espacio, la situación en la que nos encontrábamos en un determinado momento ha desaparecido al contemplar un buen cuadro o al escuchar una buena canción? Esa sensación, esa maravillosa sensación de sentir que todo lo demás desaparece, esa sensación que te transporta a lugares insospechados, que te hace olvidar todo aquello que te preocupa, que te asusta, incluso que te aterra para dejarte descansar en un pensamiento tranquilo, seguro, cálido. Esa sensación no tiene precio.

Igual que no tiene precio estar en una clase de 25 niños de 5 años mientras escuchan música, en total silencio, dibujando todo aquello que les transmite. Creo que la fusión entre pintura y música, entre estas dos formas tan sublimes de expresión, es inmejorable.

Volviendo a esta maravillosa canción, a lo que me transmite y a lo poco que sé de este gran artista que fue Van Gogh, creo que él, como muchos otros artistas, como casi todos, compuso y pintó acerca de sus experiencias de vida, acerca de sus vivencias y acerca de sus preocupaciones. Creo que especialmente Vincent Van Gogh pretendía decirnos algo en sus obras, en todas y cada una de ellas. Cuando él era joven, se fue como misionero a una región minera de Bélgica, donde comenzó a pintar aquello que veía, aquello que vivía. Y a diferencia de sus últimas obras, estas estaban llenas de tristes colores, de melancolía, de tristeza, de pobreza, de decadencia. 

Sin embargo, conforme pasa el tiempo, conforme pasa tu vida, las cosas cambian, y a él le pasaría lo mismo, porque esos colores apagados de antes desaparecieron, se convirtieron en colores esperanzadores, en colores vivos, alegres. Y es que muchas veces lo que debemos hacer es sobreponernos a las posibles dificultades que encontremos, pintar de colores aquello que parece oscuridad, recordar aquello que los pintores, los artistas en general, quieren decirnos: Que podemos cambiar el mundo si queremos, con una paleta, con un piano, con nuestra voz o con nuestra más sincera sonrisa.  

INMERSIONES TEMÁTICAS

Inmersión temática

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La metodología que nosotras proponemos son las inmersiones temáticas. Nos han parecido una metodología muy buena, dado que pone el interés y el protagonismo absoluto en los niños, que guiarán su propio proceso de aprendizaje por donde ellos quieran que vaya, respondiendo a sus intereses e inquietudes con nuestra mínima ayuda, ya que serán ellos los que tomen una mayor responsabilidad que nosotras mismas.

Creo que es bueno darles esta autonomía para que se den cuenta de que valoramos lo que piensan y sienten, que nos interesa lo que a ellos les interesa y que nos importan sus preguntas y sus interrogantes. Podemos aprender grandes cosas de ellos gracias a este tipo de metodologías, pueden enseñarnos todo lo que esconden y todo lo que guardan, tanto en sus cabezas, como en sus corazones.

TRABAJAR POR PROYECTOS

Creo que trabajar por proyectos es una experiencia muy enriquecedora. Siempre que les demos cabida a las opiniones e inquietudes de nuestros alumnos, a sus deseos, a sus intereses, saldrán cosas realmente provechosas y con gran significado tanto significativo como funcional para ellos. Y es que, si nos sigue pasando esto a nosotras pasados ya los 20 años, ¿cómo no les va a pasar a ellos recién llegados a la escuela? Cuando algún tema te interesa verdaderamente, le das más importancia, más relevancia en tu vida, en tus experiencias. Si no te interesa se te olvidará en cuanto dejes de hablar de ello.

Además, el hecho de acercar a las familias y al entorno a la escuela me parece necesario. Considero muy enriquecedor, sobre todo ahora, en la sociedad tan multicultural en la que vivimos, conocer las culturas, las costumbres, las ideas que nos rodean a diario en todos los ámbitos de nuestras vidas. Aprovechar esas diferentes inteligencias prácticas con las que podemos contar si vamos más allá de lo ya conocido. Participar, avanzar la escuela y las familias juntas es un gran beneficio para todos.

Me ha encantado el proyecto del teatro de los viernes. Sobre todo conocer y poder ver todas las opciones posibles que hay de introducir un cuento, de hacerlo atractivo, de crear una historia alrededor de la historia que ya es en sí ese cuento. Creo que la imaginación es esencial para trabajar con los niños, que debemos meternos totalmente en su pequeño gran mundo donde todo es posible. Y es que creo que, cuando trabajas con niños, juntando tu imaginación con la suya y con sus grandes capacidades y potenciales, el límite no está ni en el cielo.